El local, situado cerca de los
jardines de la glorieta, en la calle del mar, tiene una estética bastante acorde a la
árabe. El personal es agradable, aunque el servicio es algo lento. En cuanto a
presentación de los platos nos pareció muy buena.
Depende del día que sea,
normalmente viernes y sábados, te amenizan la cena con un espectáculo de danza
del vientre, fue entretenido.
La carta no es muy amplia ya que
cuando fuimos faltaban platos y el menú
nos resultó un poco pobre, así que os recomendamos pedir a la carta
porque sale más barato que el menú y comes lo que tu quieres.
De entrantes pedimos:
Hummus: Bastante bueno, pero
escaso, tuvimos que pedir más pan.
Ensalada Sahara con queso de
cabra y dátiles: Buen contraste dulce y salado
Pastela de pollo con canela y almendras:
Deliciosa! Nos encantó, imprescindible pedirla cuando vayáis!
De platos principales destacamos:
Couscous de verduras: para los
que pasan de la carne, un plato sabroso y contundente, de hecho, no nos lo
pudimos acabar.
Tahine de pollo con limón
confitado: no estaba mal, plato con un sabor agradable gracias al limón y las variadas especias.
Shish kebbabs; brochetas de
cordero adobadas: Muy tiernas y muy bien acompañadas de arroz y ensalada.
Y de postre, porque sin postre no
somos nada, pedimos para compartir, un surtido de dulces árabes, no estaban mal,
aunque los que hemos probado en otras teterías nos han parecido más buenos, es
cuestión de gustos.
Para acompañar la comida os
recomendamos un vino blanco que nos gustó bastante, el Icono Chardonnay
Valencia, entra muy bien!
Para terminar la velada nos
fumamos una cachimba de frutas, fue muy divertido!
Os dejamos su web para que podáis
visitarla: http://www.sahararestaurante.es/